Un patrón podría ser responsable de los actos de agravios cometidos por un empleado (u “aparentes”) cometidos dentro del ámbito del empleo. Esto es de acuerdo a la doctrina de respondeat superior que impone responsabilidad indirecta (o derivativa) sobre el patrón—es decir, imputa la culpa del empleado al patrón y por tanto hace al patrón responsable por los daños al igual que si él o ella hubiera cometido personalmente el acto de agravio. Bajo respondeat superior, el patrón es claramente responsable por los daños compensatorios resultantes de los actos del empleado. Pero, dependiendo de los hechos, también podría haber bases para imponer daños y perjuicios de acuerdo al Código Civil de California § 3294 que establece:

“(a) En una acción por el quebrantamiento de una obligación que no surge de contrato, en donde se prueba por medio de evidencia clara y convincente que el acusado ha sido culpable de opresión, fraude, o malicia, el demandante, en adición a los daños reales, puede recuperar daños por el bien del ejemplo y a manera de castigar al acusado.

(b) Un patrón no será considerado responsable por daños consecuentes a la subdivisión (a), en base a actos de un empleado del patrón, a menos que el patrón tuviera conocimiento previo de la incapacidad del empleado y lo empleó con indiferencia consciente de los derechos o seguridad de otros o autorizó o ratificó la conducta equivocada por la cual los daños son otorgados o fue personalmente responsable de opresión, fraude, o malicia. Con respecto a un patrón corporativo, el conocimiento previo de indiferencia consciente, autorización, ratificación o acto de opresión, fraude, o malicia debe ser de parte de un oficinista, director, o agente administrador de la corporación.”

Respondeat superior es por tanto una forma de responsabilidad estricta: El patrón es responsable por los actos erróneos del empleado (ya sean negligentes o intencionales) a pesar del ejercicio de cuidado adecuado al contratar al empleado o supervisar su conducta [Hinman v. Westinghouse Elec. Co. (1970)]. Por el mismo hecho, debido a que la responsabilidad respondeat superior es de naturaleza derivativa, el patrón puede sacar a flote todas las defensas que el empleado podría haber sacado a flote y no pueden imputársele daños (en dicha teoría) mayores que el monto por el cual el empleado es responsable [Lathrop v. Healthcare Partners Med. Group (2004)].

El demandante debe primero mostrar que el malhechor era realmente empleado del acusado, porque él o ella era un “aparente empleado” al momento del acto u omisión injusto [Asplund v. Selected Investments in Fin’l Equities, Inc. (2000)]. El demandante también tiene la carga de probar que el acto de agravio fue cometido dentro del curso y ámbito del empleo [Mary M. v. City of Los Angeles (1991)].

El que los actos indebidos de un empleado fueran cometidos durante el ámbito de su empleo es juzgado por una “prueba” alternativa de dos puntas:

• Si el acto fue ya sea requerido por el patrón o “incidental” a las labores del empleado
  (prueba “nexus”); o
• Si la conducta equivocada del empleado fue predecible razonablemente por el patrón
  (incluso si no era “requerida” o “incidental”).

Si la conducta del empleado cumple con alguna de las pruebas, el empleado es responsable indirectamente aunque el empleado haya actuado con malicia y/o intención [Alma W. v. Oakland Unified School Dist.].

Es mejor consultar con un abogado que sea experto en casos de lesiones personales para saber más acerca de las responsabilidades del patrón por las acciones de sus empleados.