Hoy en día, todos los estados tiene leyes sobre el maltrato, negligencia, o explotación de las personas ancianas, pero cada estado tiene sus propios acercamientos hacia esta ley. Varios estados tienen un sistema de servicios protectores de los adultos para investigar y tratar los maltratos reportados. También hay algunos estados en donde las leyes para las víctimas de maltrato, negligencia, o explotación pueden ser audicionadas como un caso civil. Por último, en la mayoría de los estados, el maltrato o negligencia de las personas ancianas es un delito.

Servicios para la Protección del Adulto

Básicamente, antes de que se inicie cualquier acción civil o criminal en contra de los hogares para ancianos, debe haberse presentado un reporte a la agencia de servicios de protección al adulto de su estado de residencia, o a otro sistema a cargo del reporte de investigación de los alegatos de maltrato, negligencia, o explotación de los ancianos.

Todos los estados diseñaron un sistema para hacer el reporte sobre los cargos por maltrato, negligencia, y explotación de los ancianos, para la investigación de los cargos, y cuando los cargos sean encontrados, otorgar servicios al anciano para remediar los problemas y evitar que vuelva a ocurrir. Los estados tienen requerimientos de reporte obligatorio de estos cargos. Si la agencia decide que el alegato está fundamentado, ofrecerá a la persona anciana los servicios apropiados tales como asistencia médica, consejería, transporte especial, asistencia con administración del dinero o colocación en un ambiente residencial diferente.

Acciones Civiles Basadas en Códigos

Existen varias legislaturas estatales que desarrollan causas de acción que involucran el maltrato, negligencia, o explotación de las personas ancianas, y permiten a las víctimas tramitar cargos civiles en contra de los perpetradores y/o sus empleados. Las causas de acción autorizan que se otorguen daños a las víctimas y también podrían permitir la emisión de amparos y órdenes protectoras o de restricción, para el alivio inmediato del maltrato o negligencia continuos. Aparte de esto, otros estados tienen derechos legales especiales de acción por violar los derechos de los residentes de instalaciones de atención geriátrica de largo plazo. Básicamente, los derechos reglamentarios de los residentes de instalaciones de atención geriátrica de largo plazo incluyen los  derechos a estar libre de maltrato y negligencia, o el derecho a un ambiente seguro.

Para ser elegible para fondos de Medicaid, las instalaciones de cuidados de largo plazo que califican como “instalaciones de atención geriátrica capacitadas” deberían cumplir con los requerimientos reglamentarios y regulatorios federales. Estos hogares para ancianos hoy en día pertenecen a esta clasificación y deben cumplir con los estándares federales. Un requerimiento federal es que las instalaciones deban adherirse a la “Carta de Derechos de los Residentes”, que le da a los residentes los derechos a estar libres de maltrato verbal, físico, mental, y sexual, aislamiento involuntario, y castigo corporal.

Maltrato

Las definiciones estatales de maltrato podrían diferir de un estado a otro estado, pero la mayoría de las definiciones de los estados incluyen las acciones que causan tormento emocional, lesión sicológica y sufrimiento. Las definiciones podrían incluir una extensión más amplia de los actos, desde insultar verbalmente o humillar a una persona anciana, hasta otros actos que pueden causar angustia emocional, o procurar miedo, a una persona anciana. Varios estados también incluyen el aislamiento o detención irracional de una persona anciana como una forma de maltrato. El aislamiento podría también incluir el impedimento de cualquier comunicación con, o visitas a, las personas ancianas. La palabra “confinamiento irracional” afirma que, bajo ciertas circunstancias, el movimiento de las personas ancianas podría ser razonablemente limitado para su propia seguridad, el confinamiento que es mayor de lo que es necesario para la protección de la persona puede ser considerado un maltrato.

Negligencia

Los residentes de hogares para ancianos dependen de otros particularmente para sus necesidades básicas como alimento, refugio con tratamiento médico. Sin o la falta de estas necesidades puede afectar o poner en peligro a las personas ancianas tanto como puede hacerlo una lesión intencional. Algunos casos serios de negligencia, conforme a lo reportado al Congreso sobre el maltrato y negligencia de personas ancianas, incluyen personas ancianas recostadas en sus propios excrementos y con úlceras por presión, sin contacto humano, y obviamente necesitando atención médica e higiene personal.

La mayoría de los estados describen la negligencia de las personas ancianas como la incapacidad o incumplimiento para con ellos de los servicios básicos vitales para la seguridad y salud como alimento, refugio, ropa, atención médica, y supervisión.

Explotación

Otra forma en que las personas ancianas son dañadas es cuando sus cuidadores se aprovechan de ellos. Esta explotación incluye tomar el dinero o propiedad de las personas ancianas, forzarlos a hacer algunos actos sexuales sin permiso, o ser forzado a hacer otros servicios para la ventaja de los cuidadores. Esta forma de explotación podría no poner en riesgo la seguridad y salud de las personas ancianas pero podría llevar a la pérdida de autoestima o pérdida de su propiedad. Cuando esto sucede, esto podría llamar la necesidad de una intervención estatal.

Existen muchos estados que describen explotación como el uso injusto de los recursos de la persona anciana para el beneficio de otra persona. Las leyes estatales aplican términos diferentes para indicar la naturaleza injusta del acto como “ilegal”, “impropio”, “injusto”, y “sin derecho legal”. Existen ciertas descripciones que simplemente significan el mal uso de los fondos, propiedad, o persona de la persona anciana. Otros estados afirman que para calificar como explotación, los recursos deben ser adquiridos sin el consentimiento de la persona anciana, o alcanzados mediante rudeza indebida, influencia, falsa pretensión, o engaño.