Una persona debe conducirse de una manera que esté en conformidad con ciertas normas aceptadas. Si una persona viola estas normas y alguien es lesionado como resultado de la violación, la persona que viola las normas será requerida por ley que compense a la persona lesionada. Algunas de estas normas requieren que una persona actúe de una manera en específico. La persona será responsable por cualquier lesión que otra persona pueda sufrir como resultado de que la primera no haya actuado conforme a lo requerido por las normas.

La negligencia requiere que cuatro elementos estén presentes:

1) Había un deber de cuidado razonable;
2) Hubo un quebrantamiento del deber;
3)  Lesión; y
4) Una conexión entre el quebrantamiento del deber y la lesión.

La característica que distingue a la negligencia es que el deber impuesto es generalmente uno que implica el ejercer cuidado razonable. Alguien que falla en ejercer cuidado razonable comúnmente se denomina que “tiene la culpa”. Así, la responsabilidad basada en negligencia con frecuencia es referida como responsabilidad basada en culpa.

En ocasiones una persona podría tener deberes específicos impuesto sobre él o ella por estatuto o alguna otra ley. Por ejemplo, se espera que los profesionales se adhieran a cierto estándar de cuidado. Si no se adhieren a estos estándares y alguien es lesionado como resultado, serán considerados negligentes y pueden ser demandados por mala práctica profesional.